El Gobierno español ha manifestado su preocupación por la reciente filtración de mensajes del presidente Pedro Sánchez, considerando que este acto podría tener connotaciones delictivas. Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones, anunció que se iniciará una investigación judicial a menos que se actúe de oficio, insistiendo en la necesidad de esclarecer el origen de la filtración y si existen otros mensajes privados en manos de terceros. Las autoridades resaltaron la gravedad que conlleva vulnerar la privacidad del jefe del Ejecutivo, y aunque no se ha señalizado a ningún responsable específico, el Gobierno está dispuesto a tomar medidas legales si la situación lo requiere.
A pesar de las polémicas generadas por los mensajes, que incluyen comentarios informales y descontextualizados sobre miembros del Gobierno, la ministra portavoz, Pilar Alegría, afirmó que la dinámica en el Consejo de Ministros se mantiene positiva y normal. Además, el Gobierno ha rechazado que se sienta objeto de chantaje y se ha comprometido a continuar con sus planes de transformación social frente a la oposición del PP. Las fuentes gubernamentales aseguran que, aunque la revelación de las conversaciones es grave, el presidente está tranquilo y no teme que los mensajes impliquen alguna conducta delictiva.
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