Elon Musk, el magnate detrás de SpaceX y Tesla, no ha escatimado palabras al criticar a Peter Navarro, asesor en comercio del presidente de EE. UU., quien lo tildó de «ensamblador de coches» que busca piezas extranjeras para sus vehículos. En una serie de publicaciones en la red social X, Musk descalificó a Navarro, calificándolo de «imbécil» y argumentando que sus afirmaciones son «manifiestamente falsas». Musk se defendió señalando que Tesla es, de hecho, la marca de coches más fabricados en Estados Unidos y cuestionó la efectividad de los aranceles impuestos recientemente por el gobierno, que tienen como objetivo a varios de los principales socios comerciales del país.
La disputa entre Musk y Navarro resalta la tensión en torno a la política comercial estadounidense. Mientras Navarro defiende su enfoque arancelario argumentando que es crucial para la economía y la seguridad nacional, Musk aboga por una mayor apertura económica, sugiriendo que la creación de una zona de libre comercio entre Europa y EE. UU. podría ser beneficiosa. La controversia se intensifica en un contexto donde las decisiones sobre comercio exterior y producción nacional son cada vez más relevantes, y veteranos en economía como Navarro se encuentran en desacuerdo con innovadores como Musk sobre el futuro del modelo económico estadounidense.
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