El presidente del Partido Popular en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha instado a una revisión de la política migratoria del país tras las controversias surgidas en Manzanares, donde se había propuesto albergar a un grupo de inmigrantes. Núñez argumentó que la situación actual es un reflejo de la utilización política de los menores inmigrantes y pidió al presidente regional, Emiliano García-Page, que ejerza su influencia para frenar lo que considera una deriva del Gobierno central. Según él, la falta de acción de García-Page ha contribuido a la creciente tensión en las comunidades y ha solicitado más información sobre la llegada de migrantes a la localidad.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, David Broceño, ha desmentido que Manzanares acogerá a un centenar de migrantes, aclarando que la ONG involucrada ha decidido que las instalaciones no son adecuadas. Broceño subrayó la gravedad de la situación migratoria a nivel nacional y pidió cohesion entre los partidos para gestionar la crisis, recordando el legado migrante de España. Además, se pronunció en contra de la desinformación que asocia la inmigración con la inseguridad, insistiendo en que estas afirmaciones son engañosas y no reflejan la realidad.
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