El entrenador del Burgos, Luis Miguel Ramis, expresó su frustración tras el empate en un partido donde su equipo no logró sentirse cómodo ni fluido. El técnico tarraconense describió el encuentro como igualado, donde ningún equipo generó grandes problemas al otro. Ramis señaló que su equipo estuvo atascado, sin cambiar el ritmo del juego, lo que impidió lograr la superioridad esperada en el campo. Admitió que la falta de energía y la imprecisión fueron evidentes, comprometiendo el rendimiento del Burgos durante el partido.
Ramis reconoció que, aunque el estadio de El Plantío solía ser un bastión, sus jugadores parece que encuentran mayor comodidad futbolística fuera de casa. A pesar de destacar algunas situaciones de peligro, como un tiro de Íñigo Córdoba y la intervención del portero rival, Ramis insistió en que el partido debió terminar en empate por las oportunidades creadas por ambos lados. El técnico destacó una ligera mejora en el segundo tiempo tras varios cambios, pero lamentó que no fuera suficiente para alcanzar la victoria.
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