El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su deseo de revitalizar el PSOE de antaño, el que contaba con la confianza mayoritaria de los españoles. En declaraciones realizadas en las Cortes, descartó la existencia de una «corriente organizada» de críticos dentro del partido y enfatizó que no pertenece a ninguna facción opositora. García-Page también subrayó que su inquietud por un posible adelanto electoral responde a un deseo de mantener el recuerdo positivo del PSOE, más que a ambiciones personales o intrigas internas.

En cuanto al caso de Leire Díez, García-Page demandó información y claridad, asegurando que no hay implicación por parte de la dirección ni del Gobierno. Al referirse a la situación, pidió que se tomen medidas para evitar que la controversia perjudique al Gobierno y enfatizó la necesidad de una comunicación transparente en una democracia. Además, hizo una observación irónica sugiriendo que Díez podría estar ayudando al PP, resaltando la importancia de abordar estos asuntos con franqueza para garantizar la salud política del país.

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