Durante un emotivo acto conmemorativo en el Palacio de Fuensalida, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, celebró los 40 años de adhesión de España y Portugal a la Unión Europea. Subrayó la visión de una democracia enmarcada dentro de los valores europeos, destacando la herencia cultural que ambos países aportan, como la convivencia de las tres grandes religiones. Page, quien vinculó su trayectoria política con el concepto europeo, reflexionó sobre la evolución desde la esperanza de integración hasta el reconocimiento de los logros económicos y sociales, mencionando que el Producto Interior Bruto de España se duplicó tras su ingreso en la UE.
En su discurso, García-Page also alertó sobre los desafíos actuales, citando la amenaza del populismo y los conflictos internacionales, como el ataque ruso a Ucrania. Enfatizó la necesidad de fortalecer las instituciones europeas y cuestionó las voces críticas que ponen en duda la permanencia de España en la UE, invitando a la reflexión sobre las consecuencias de una posible salida. Al final, reafirmó su convicción de que la adhesión al proyecto europeo ha sido fundamental para definir la identidad y el desarrollo de España como nación.
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