El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, celebró el reciente acuerdo entre el PSOE y el PP para la aprobación de un nuevo Estatuto de Autonomía, calificándolo como un «compromiso con la buena política». En declaraciones desde Cuenca, subrayó que su Gobierno no contemplará modificaciones electorales sin buscar un amplio consenso, rechazando cualquier intento que podría ser interpretado como una maniobra política. García-Page destacó que, más allá de ser un mero documento, este estatuto representa una renovada promesa hacia España, la Constitución de 1978 y la comunidad autónoma, en un momento en que considera que la política nacional enfrenta serios problemas.
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero, también se pronunció sobre la importancia de este nuevo Estatuto, viéndolo como un punto de inflexión que ofrecerá mayores derechos y oportunidades a los ciudadanos. En el marco de los festejos por el Día de Castilla-La Mancha, enfatizó que la autonomía ha permitido un notable progreso en términos de calidad de vida y servicios, animando a seguir avanzando y celebrando el legado de 42 años de autogobierno. Ambos líderes coincidieron en la necesidad de mantener un diálogo fructífero con la sociedad y en la importancia del próximo debate en el Congreso sobre el estatuto recién aprobado.
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