En el contexto del viaje del presidente Pedro Sánchez a China y su encuentro con Xi Jinping, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha subrayado la necesidad de que tanto España como Europa mantengan su autonomía frente a la influencia de potencias como Estados Unidos. García-Page ha manifestado que es crucial que España no quede subordinada a decisiones que puedan tomarse en Washington, recordando que cuando Estados Unidos alcance un acuerdo con China, este se realizará en función de sus propios intereses, desconsiderando los de Europa y, por ende, de España. A pesar de las críticas sobre la oportunidad del viaje en el marco de las tensiones comerciales actuales, pidió cautela a la hora de evaluar la reunión y desalentó cualquier intento de convertir este viaje en un ataque a Estados Unidos.
En contraste, el líder del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha cuestionado la pertinencia del viaje de Sánchez, sugiriendo que cualquier desvío de una posición conjunta de la Unión Europea podría debilitar el espíritu de unidad europeo. Núñez afirmó que el «mejor escudo» que tiene Europa es su unidad y que es vital que se formulen estrategias de manera colectiva. En este sentido, advirtió que cualquier política arancelaria que pueda surgir de acciones individuales podría resultar perjudicial para todos los miembros de la Unión. Así, el debate sobre la política exterior de España en relación con potencias globales como China y Estados Unidos sigue generando divisiones y reflexiones entre los distintos líderes políticos en el país.
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