El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha propuesto un adelanto de las elecciones generales con el objetivo de evitar el impacto negativo que la política nacional tuvo en las recientes elecciones de 2023. García-Page advirtió que la política autonómica no debería verse afectada por las tensiones en el ámbito nacional y abogó por que las elecciones generales se realicen antes de los comicios autonómicos. De esta manera, se busca que los ciudadanos puedan participar en las elecciones en un contexto menos polarizado y más centrado en las cuestiones locales.
El mandatario, tras reflexionar sobre el clima de frentismo entre las comunidades autónomas y el Gobierno central, calificó la situación política actual en España como un «puzzle roto». Propuso que las elecciones generales deban culminar antes de 2027, año en que se programará un plebiscito a nivel nacional. Si bien no especificó si este adelanto debería darse antes del 15 de marzo de 2026 —fecha de las próximas elecciones autonómicas en Castilla y León—, defendió que este cambio significaría un avance hacia una «pura democracia», donde las campañas se enfoquen en cuestiones autonómicas y locales, alejadas de la política nacional. Afirmó que su propuesta difiere significativamente de la del PP, que exige elecciones inmediatas, y dejó claro que su prioridad son los intereses de Castilla-La Mancha y no sus ambiciones personales dentro del PSOE.
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