La crisis de los incendios forestales en España ha puesto de relieve la importancia de la ganadería extensiva como una herramienta esencial para el mantenimiento de los montes y la prevención de incendios. El pastoreo, una práctica ancestral, ha demostrado su valor al contribuir a limpiar el matorral que actúa como combustible para el fuego. María Turiño, portavoz de la plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo, enfatiza los beneficios de esta actividad, destacando su papel en la reducción del cambio climático y el aprovechamiento sostenible de los recursos del territorio. Sin embargo, la falta de relevo generacional y el desinterés político han llevado a un abandono progresivo de esta práctica, dejando las masas forestales desprotegidas y propensas a los incendios.
En respuesta a esta situación, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha anunciado un programa específico de apoyo a esta actividad dentro de la próxima Política Agraria Común, con énfasis en los sectores ovino y caprino. A pesar de estas medidas, organizaciones como ASAJA y COAG reclaman ayudas directas para los productores afectados por los incendios, enfatizando la necesidad de replantear las estrategias de prevención y gestión forestal. Mientras tanto, figuras como el pastor José Manuel Sánchez Miguel continúan simbolizando la lucha y la resistencia mediante la práctica de la trashumancia, demostrando que el pastoreo no solo preserva paisajes, sino también la cultura y el futuro del medio rural.
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