Un tribunal de Seúl ha concedido una prórroga para la orden de detención del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, tras la expiración del mandato original a la medianoche. La solicitud fue presentada por los investigadores de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), quienes intentaron sin éxito arrestar al mandatario la semana pasada. El operativo fue frustrado por el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), que bloqueó el acceso a la residencia de Yoon con alrededor de 200 efectivos en una operación que culminó en un tenso enfrentamiento. Desde entonces, el presidente ha ignorado tres citaciones para declarar por su intento fallido de proclamar la ley marcial el 3 de diciembre.
Yoon Suk-yeol, quien se encuentra bajo investigación por un posible delito de insurrección, ha visto restringido su derecho a salir del país mientras se sigue el proceso en su contra. Las sanciones por insurrección en Corea del Sur son severas, con penas que van desde la cadena perpetua hasta la pena capital, aunque esta última no se aplica desde hace 40 años. Si los investigadores logran arrestarlo, tendrán un plazo de 48 horas para interrogarlo y evaluar si es necesario solicitar una extensión de su detención. Actualmente, Yoon se encuentra en una situación incierta después de ser destituido por el Parlamento el 14 de diciembre y está a la espera de un fallo del Tribunal Constitucional, que decidirá su futuro político antes de junio.
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