El Departamento de Policía de San Francisco reportó la detención de aproximadamente 60 personas durante las protestas del domingo contra las redadas migratorias impulsadas por la administración Trump. En el curso de los incidentes, las autoridades también recuperaron un arma de fuego y tres agentes resultaron heridos. Asimismo, el Departamento de Policía de Los Ángeles informó 10 arrestos adicionales, sumando casi 40 detenidos en dos días de manifestaciones. El jefe policial de Los Ángeles, Jim McDonnell, subrayó que su enfoque no es dividir a las comunidades, enfatizando la importancia de la seguridad pública y el respeto hacia todos los ciudadanos, independientemente de su estatus migratorio.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump intervino en el debate, sugiriendo en su red social que se debería desplegar tropas para controlar las protestas. Esta propuesta fue respaldada por Tom Homan, un importante funcionario de inmigración, mientras que el gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió que tal medida constituiría una violación de la soberanía estatal. En medio del descontento, la situación se tornó violenta, con varias calles del centro de Los Ángeles declaradas como «asamblea ilegal», y se reportaron actos vandálicos, como saqueos de negocios y vehículos incendiados. La Policía de Los Ángeles extremó medidas, autorizando el uso de municiones menos letales para controlar a quienes utilizaran dispositivos incendiarios.
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