En una reciente rueda de prensa, el presidente ruso Vladímir Putin expresó su rechazo a una «tregua artificial» en Ucrania, abogando en su lugar por una «paz de verdad». Según Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, la administración rusa está dispuesta a entablar conversaciones serias que conduzcan a una solución duradera, descartando cualquier recurso que simplemente prolongue el conflicto de manera superficial. Peskov también se refirió a las dificultades para establecer un plazo para el plan de paz estadounidense, pese a los esfuerzos del presidente Donald Trump y su equipo, a los cuales valoraron positivamente.
Mientras tanto, el representante de Estados Unidos para misiones de paz, Steve Witkoff, reportó avances significativos en las conversaciones en Berlín con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Sin embargo, el Kremlin se mostró escéptico respecto a las modificaciones al plan de paz inicial hechas por Ucrania y aliados europeos, calificándolas de inaceptables, especialmente en lo referente a cuestiones territoriales. Yuri Ushakov, asesor de política internacional, enfatizó que Rusia está preparada para expresar fuertes objeciones si estas modificaciones se mantienen, subrayando que el tema territorial es un asunto crítico discutido extensamente en Moscú.
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