Josep Pla, escritor y periodista catalán nacido en 1897, vivió una vida marcada por el desencanto político y las contradicciones personales. A pesar de su enorme contribución a las letras catalanas, nunca fue galardonado con los premios que merecía, reflejando el rechazo tanto de un régimen franquista con el que tuvo desencuentros, como de la izquierda y el nacionalismo catalán que le marginaron por su moderación ideológica. Aunque inicialmente mostró simpatía por la República, sus opiniones cambiaron con el tiempo, llevándole a huir a Marsella durante la Guerra Civil y a colaborar de alguna forma con los sublevados. Tras la contienda, y a pesar de trabajar brevemente como subdirector de La Vanguardia bajo el régimen franquista, se distanció de él y regresó a su tierra natal en el Ampurdán, donde se forjó una imagen de hombre sencillo y rural.
Pla dedicó gran parte de su vida a viajar y escribir, publicando más de 120 libros, entre ellos influyentes guías de viaje y novelas. Sus obras, escritas tanto en catalán como en español, capturan la esencia de lugares y situaciones con una precisión que evitaba opinar abiertamente sobre la realidad política que lo rodeaba. Esta prudencia, sin embargo, no le salvó de la marginación en los últimos años de su vida, especialmente bajo la recién nacida democracia, cuando en 1976 fue censurado y tuvo que abandonar la revista Destino, donde trabajó durante 36 años. Finalmente, en 1981 recibió un tardío reconocimiento con la Medalla de Oro de la Generalitat. Murió un año después, dejando un legado literario que sigue siendo un referente en la lengua catalana.
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