Castilla-La Mancha ha experimentado una transformación notable en las últimas cuatro décadas, gracias a su integración en la Unión Europea, según han explicado varios ponentes en una mesa de debate organizada en Ciudad Real. José María Barreda, expresidente de la región, destacó que sin la UE, la comunidad autónoma seguiría siendo una tierra atrasada. Durante este tiempo, Castilla-La Mancha ha recibido alrededor de 44.000 millones de euros en fondos europeos, lo que ha permitido mejorar infraestructuras, educación y servicios sanitarios, así como garantizar la viabilidad de la agricultura a través de la Política Agraria Común (PAC). Los participantes coincidieron en que la UE ha sido fundamental para elevar la calidad de vida en la región y han expresado la necesidad de reconocer el legado de Manuel Marín, un político clave en el proceso de adhesión de España a la comunidad europea.
Sin embargo, el debate no solo abordó logros, sino también los retos actuales que enfrenta la Unión Europea, como el aumento del populismo y el riesgo de fragmentación. Los ponentes, incluidos la eurodiputada Cristina Maestre y la directora de Asuntos de la Unión Europea del Gobierno regional, Nazareth Rodrigo, manifestaron su preocupación por el ascenso de movimientos antieuropeos que amenazan los valores democráticos. Barreda y Maestre hicieron un llamado a los principales partidos políticos para encontrar puntos en común y fortalecer el proyecto europeo. Además, recordaron la importancia de la educación y el entendimiento de la historia europea para afrontar estos desafíos en el futuro.
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