Miguel Ángel Rubio, un apasionado de la mecánica originario de Lezuza, Albacete, ha encontrado en la restauración de tractores una forma de honrar sus raíces familiares. Su afición comenzó cuando decidió restaurar el antiguo tractor de su abuelo, un Ebro 1995 cargado de recuerdos. Este tractor no solo representa una conexión emocional con su familia, sino que también ha sido el punto de partida para explorar sus habilidades como restaurador. A pesar de ser profesor, Rubio dedica sus horas libres a esta labor, llevando a cabo un trabajo meticuloso que puede demandar hasta 500 horas para recuperar plenamente un tractor.
Rubio destaca que la restauración de estos vehículos no es solo un ejercicio mecánico; requiere paciencia, observación y estudio, especialmente debido a la complejidad de los tractores antiguos. Con un enfoque crítico hacia la estética de los años 70, Rubio también valora el ingenio y la funcionalidad de estos vehículos, considerándolos auténticas obras de arte. Su dedicación e investigación sobre la mecánica han dado como resultado varios libros que comparten su experiencia, demostrando que su pasión trasciende lo técnico y se adentra en el legado familiar y la historia del campo.
Leer noticia completa en El Digital de Albacete.