Rocío Hernández, la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, renunció a su puesto en medio de una crisis relacionada con fallos en el programa de detección precoz del cáncer de mama. Este programa, vital para más de un millón de mujeres andaluzas, presenta irregularidades en la comunicación de resultados no concluyentes. Las afectadas han manifestado su preocupación tras semanas de incertidumbre sobre sus diagnósticos. En una rueda de prensa, el presidente Juanma Moreno aceptó la dimisión de Hernández y prometió una renovación profunda del sistema sanitario. Según Moreno, la investigación reveló que el 90% de las incidencias se centraron en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y aseguró que las medidas correctivas ya están en marcha.
El plan de choque incluye la revisión de todas las pruebas pendientes antes de fin de noviembre y la contratación de 119 nuevos profesionales, principalmente radiólogos, para agilizar el proceso. El presidente Moreno destacó que la administración está comprometida con una inversión inicial de 12 millones de euros para asegurar que todos los casos sean resueltos. Además, reafirmó su apuesta por la sanidad pública, incrementando tanto el presupuesto como el número de profesionales desde que asumió el gobierno. Pidió disculpas a las mujeres afectadas y subrayó la importancia de mantener la confianza en el sistema de salud andaluz, uno de los más grandes de Europa.
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