La vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, compareció en el Senado para aclarar su relación con Víctor de Aldama en el marco del ‘caso Koldo’. Ribera admitió haber coincidido en una ocasión con Aldama durante una reunión solicitada por el empresario Javier Hidalgo en julio de 2020, centrada en un proyecto de rehabilitación turística de pueblos deshabitados. Sin embargo, destacó que su participación fue mínima y el proyecto nunca se materializó. La exministra enfatizó que sus interacciones se dieron en un contexto de búsqueda de soluciones para la recuperación económica tras la pandemia y que no hubo trato preferencial en la concesión de licencias a la empresa Villafuel, implicada en un fraude millonario.

En su declaración, Ribera negó cualquier influencia de Koldo García en su ministerio y descartó haber tenido contacto significativo con él. También desmintió haber asistido a una cena con la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, afirmando que solo se enteró de su visita por la prensa. Además, tildó a Aldama de «pícaro» y «correveidile», reiterando que su interacción fue insignificante y instando a que cualquier declaración debe ser respaldada con pruebas. Ribera defendió la legalidad de las decisiones tomadas en el Ministerio, asegurando que se respetaron los requisitos establecidos para la concesión de licencias.

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