El Comité de Instrucción de Rusia investiga el colapso de dos puentes en las regiones de Briansk y Kursk como posibles atentados terroristas, un incidente que ha dejado al menos siete muertos y cerca de 70 heridos, incluidos niños. La portavoz del CIR, Svetlana Petrenko, ha descrito el suceso como un acto terrorista, culpando a Ucrania, una acusación respaldada por varios políticos, quienes consideran que el país ha caído bajo el control de organizaciones terroristas. La voladura de un puente que provocó un accidente ferroviario ha sido el foco de estas acusaciones, generando un llamado a una respuesta contundente por parte de las autoridades rusas.

La situación se agrava con un segundo colapso de puente en la región de Kursk, aunque sin víctimas mortales. A pesar de las tensiones, Rusia ha propuesto a Ucrania reanudar las negociaciones de paz el lunes en Estambul, pero Kiev no ha confirmado su participación, citando la falta de cumplimiento por parte de Moscú en cuanto a un memorando de condiciones para un alto el fuego. Las acusaciones de terrorismo y las demandas de una respuesta militar más fuerte reflejan un aumento en las hostilidades en el conflicto entre ambas naciones.

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