El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inicia esta semana un viaje oficial a Vietnam y China con un enfoque claramente comercial, buscando aumentar las exportaciones españolas a estos importantes mercados en medio de una escalada de tensiones arancelarias lideradas por Estados Unidos. El objetivo principal es equilibrar las balanzas comerciales, actualmente desfavorables para España, y potenciar la penetración de las empresas españolas en sectores como el farmacéutico, cosmético y agropecuario. Desde el Ejecutivo se señala que este viaje no es una respuesta a las políticas de Donald Trump, sino un esfuerzo planificado desde hace meses para diversificar los mercados, reafirmando la importancia de Estados Unidos como socio clave.
Sánchez comenzará su gira en Vietnam, donde se reunirá con figuras clave del gobierno y participará en eventos que promueven las relaciones bilaterales. Con un volumen de comercio marcado por un gran desbalance —Vietnam vende a España 5.200 millones de euros anuales mientras que España solo exporta 530 millones—, y con cifras aún más significativas de desequilibrio hacia China, el Gobierno español apunta a incrementar la interlocución política para superar las barreras comerciales. Además, el viaje ha sido coordinado con la Unión Europea, en respuesta a las críticas de la oposición, reafirmando que la gira tiene como propósito establecer una agenda positiva sin alterar la percepción de China como un competidor estratégico en el ámbito internacional.
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