El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado este sábado a Lanzarote para disfrutar de sus vacaciones veraniegas en la residencia de La Mareta, un lugar que ha elegido recurrentemente desde 2020. Este exclusivo complejo, originalmente construido para Hussein de Jordania y donado al rey Juan Carlos I, ha sido desde entonces un refugio para dignatarios internacionales y jefes de Estado, entre ellos los cancilleres alemanes Helmut Kohl y Gerhard Schröder, el presidente soviético Mijail Gorbachov, y otros líderes españoles como José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Sánchez, acompañado por su familia, continuará su tradición de veranear en esta residencia, similar a otros años.
La visita del dirigente se da en un contexto político tenso, ya que recientemente el Cabildo de Lanzarote retiró una propuesta del PP para declararlo persona non grata, una moción que fue rechazada con los votos de CC, PSOE y Grupo Mixto. Esta controversia se suma a las críticas lanzadas por Astrid Pérez, líder del PP en Lanzarote, quien cuestionó la presencia de un presidente «acorralado por la corrupción». A pesar de estas tensiones, la estancia de Sánchez es esperada sin incidentes y se prevé que, al igual que en otras ocasiones, coincida con otras figuras políticas como Salvador Illa y Fernando Grande Marlaska. Mientras se debate la posibilidad de reuniones políticas durante su estancia, la atención se centra en sus habituales vacaciones en la isla.
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