El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha llegado a un acuerdo con la OTAN para mantener el gasto militar de España en el 2,1% del Producto Interior Bruto (PIB), desmarcándose así del objetivo del 5% fijado para el año 2035 por la alianza. Este pacto, considerado «muy positivo» por Sánchez, garantiza que España cumple con sus obligaciones dentro de la organización sin comprometer sus recursos. La decisión se formulará en una carta enviada al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, planteando la necesidad de una excepción para el país y señalando que gastar más del 2,1% sería «desproporcionado» y «innecesario».

La flexibilidad mostrada por la OTAN llega tras intensas negociaciones para superar las reticencias de España, que es visto como un actor clave en la arquitectura de seguridad europea y global. El nuevo acuerdo concede a España la autonomía para establecer su propio camino en cuanto al gasto militar, sin que ello afecte a su participación dentro de la Alianza. Rutte ha confirmado esta disposición en su misiva, resaltando que la trayectoria de gasto de España será suficiente para cumplir con los nuevos objetivos de capacidades. Este compromiso se formalizará en la cumbre de líderes de la OTAN que se llevará a cabo próximamente en La Haya.

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