Durante su declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, un técnico de seguridad y control del Centro de Mando de Emergencias reveló que la exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, exigió su aprobación antes de enviar cualquier aviso a la población el día de la dana, que dejó 228 muertos. El testigo, quien se encontraba en su puesto desde las 14:30 horas, describió una atmósfera tensa y caótica, caracterizada por una avalancha de llamadas y correos de autoridades locales pidiendo ayuda, lo que resultó en la declaración de una emergencia nivel 2 en la Ribera Alta.
El testigo detalló que tras recibir la orden de activar el sistema de alerta ES-Alert, se produjo un retraso en la notificación a la población debido a las instrucciones de Pradas, quien pidió revisar el mensaje antes de su envío. A pesar de que se preparó un primer texto, este fue finalmente desestimado, y se redactó uno nuevo. Aunque el técnico afirmó no conocer las razones detrás de estos cambios, indicó que pasaron aproximadamente dos horas entre las decisiones de enviar el mensaje y la activación del sistema, lo que suscitó preguntas sobre la eficiencia de la respuesta ante la emergencia.
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