Un poderoso terremoto de 7,7 grados sacudió Birmania este viernes, causando la muerte de al menos 1.644 personas y dejando más de 3.400 heridos, mientras que otras 139 permanecen desaparecidas, según informaron medios locales. El epicentro se localizó cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, y fue seguido por una réplica de 6,7 grados. A medida que se evalúan los daños, la Junta Militar indicó que más de 2.600 edificios, incluyendo residencias, colegios y lugares de culto, han colapsado como resultado del seísmo, considerado el más fuerte del siglo en Birmania.
Equipos de rescate internacionales ya se han movilizado hacia la región afectada; un contingente de rescatistas chinos ha llegado al país, mientras que el presidente Xi Jinping envió sus condolencias al líder birmana. El sismo también impactó a naciones vecinas, como Tailandia, donde se reportan al menos diez muertes y decenas de desaparecidos tras el colapso de un edificio en construcción en Bangkok. Los equipos de rescate tailandeses continúan laborando para localizar a supervivientes atrapados entre los escombros, destacando la urgencia de sus esfuerzos en las primeras horas tras el desastre.
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