El bombardeo realizado por el Ejército de Israel en Beirut durante la madrugada del martes ha dejado un saldo de cuatro muertos y siete heridos, según el Ministerio de Sanidad libanés. Entre los fallecidos se encuentra Hasán Alí Mahmud Badir, a quien Israel describe como un «terrorista» vinculado a Hezbolá y la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán. Las Fuerzas de Defensa de Israel justificaron el ataque al afirmar que Badir estaba planeando un ataque inminente contra civiles israelíes, señalando que sus actividades violaban los entendimientos de alto el fuego entre ambos países, pactados en noviembre de 2024.
La reacción en Líbano ha sido contundente. Hezbolá confirmó la muerte de Badir y su hijo, calificando el ataque como una «agresión grave» que infringe el Derecho Internacional. Funcionarios del grupo han instado a la comunidad internacional a actuar y responsabilizar a Estados Unidos por su apoyo a Israel. El presidente y el primer ministro libanés también condenaron la acción militar israelí, enfatizando la necesidad de reforzar la soberanía de Líbano. A pesar del acuerdo de alto el fuego, Israel ha mantenido su presencia militar y ha continuado sus bombardeos, desatando críticas tanto de Beirut como de Hezbolá.
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