El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha actualizado el balance de víctimas del ataque aéreo ruso durante la noche, confirmando la muerte de diez personas, tras haber reportado inicialmente catorce fallecidos. Además, más de un centenar de personas han resultado heridas y las operaciones de búsqueda y rescate continúan, lo que podría elevar el número de víctimas. En respuesta a esta tragedia, Klitschko ha declarado un día de luto en la capital, donde las banderas ondearán a media asta y se prohíben los eventos de entretenimiento.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha calificado el ataque como «masivo» y ha estimado el uso de 440 drones y 32 misiles por parte de Rusia. Zelenski denunció la acción como un acto de terrorismo, instando a la comunidad internacional a responder de manera firme. Simultáneamente, el gobernador de Odesa, Oleg Kiper, reportó dos muertes en su ciudad a consecuencia de un ataque con drones, y detalló que 26 personas recibieron atención médica. La situación en varias regiones ucranianas se mantiene crítica, con sucesivos ataques que han intensificado el sufrimiento de la población civil.

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