La Comisión Europea ha articulado una estrategia en tres pilares para contrarrestar los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, que amenazan la estabilidad de la economía global. En el centro de esta estrategia se encuentra la negociación con Estados Unidos, que se considera la vía prioritaria para alcanzar una solución. Ursula von der Leyen, líder del Ejecutivo comunitario, ha reiterado en diversas ocasiones la intención de reducir aranceles en lugar de aumentarlos. A esta llamada al diálogo se suma un intercambio reciente entre el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, y sus homólogos estadounidenses, en un esfuerzo claro por buscar un consenso ante las amenazas arancelarias que Washington ha planteado.
No obstante, la UE también está preparando un contraataque que podría incluir aranceles adicionales del 25% sobre acero, aluminio y automóviles, además de un gravamen del 20% en relación a otras importaciones. Se espera que la primera respuesta formal de la UE se materialice la próxima semana, con la aprobación de un listado de productos que serán objeto de nuevos aranceles. En un contexto de creciente tensión, Bruselas también busca ampliar sus relaciones comerciales con otros países para mitigar el impacto de las decisiones estadounidenses, lo que se evidencia en los recientes acercamientos con naciones de Asia, India y América Latina.
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