El ruedo de Albacete vivió una tarde con un saldo desigual para los novilleros en el marco de una jornada marcada por la deslucida actuación de la ganadería de López Gibaja. En un ambiente de expectativa rota, destacaron principalmente las habilidades del novillero El Mene, quien mostró destreza al lidiar al sexto novillo de la tarde. A pesar de las adversidades, logró conquistar al público con una faena destacada que culminó con una estocada precisa, lo que le valió la única oreja del evento. El joven torero se sobrepuso así a los contratiempos iniciales, donde su entrega no logró lucir debido a la mansedumbre del primero de su lote.
Por su parte, Zulueta retornó al ruedo con valentía, enfrentándose a dos novillos que ofrecieron escaso juego. A pesar de ello, su dedicación a lo largo de ambas faenas fue reconocida con sendas ovaciones del público asistente. La nota amarga de la tarde la puso Alejandro Quesada, el torero local, quien fue violentamente cogido por el tercer novillo de la tarde. Tras un esfuerzo por concluir su lidia, tuvo que ser trasladado a la enfermería, lo que impidió su participación en el resto del espectáculo. La jornada quedó marcada por esta mezcla de arrojo y desventura en el ruedo manchego.
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