La plaza de toros de Manzanares vibró con una entrada casi completa en una corrida protagonizada por los toros de Monte la Ermita. Los matadores José Fernando Molina, Borja Jiménez y David Galván fueron los encargados de enfrentar a los astados en una tarde memorable. A pesar de un inicio complicado, en especial para Molina, quien lidió con un toro deslucido que no mostró bravura, sus esfuerzos fueron apreciados por el público que prácticamente llenaba el recinto. Este primer intento del albacetense terminó sin éxito, provocado por su dificultad con la espada, aunque brindó su faena al diestro Víctor Hernández.
David Galván y Borja Jiménez habían asegurado la Puerta Grande desde sus primeras faenas, al desorejar sus toros tras espectaculares lidias. Jiménez se destacó especialmente en el quinto toro, al que consiguió cortar las dos orejas y el rabo. Esto condujo al sevillano a recibir ovaciones del público de pie. Molina, en un segundo intento, logró cambiar su destino. Arriesgó con valentía desde el comienzo del último toro y, a pesar de las complicaciones con la espada nuevamente, cortó las dos orejas en una faena que culminó con el toro recibiendo la vuelta al ruedo. Así, el albacetense se unió a sus compañeros al cruzar la salida a hombros, celebrando una tarde en la que el valor y la destreza brillaron en Manzanares.
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