El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado una ofensiva militar significativa contra la insurgencia hutí en Yemen, en respuesta a su creciente campaña de ataques a la navegación en el mar Rojo, que ha incluido agresiones a buques y aeronaves estadounidenses. En un mensaje compartido a través de su plataforma Truth Social, Trump ordenó a las Fuerzas Armadas llevar a cabo ataques aéreos «decisivos y contundentes». Esta acción no solo tiene la intención de debilitar a los hutíes, sino que también se erige como una dura advertencia a Irán, cuyo respaldo a los milicianos yemeníes ha sido objetivo de la retórica de Trump.
Los primeros embates de esta operación ya han dejado un saldo de al menos nueve civiles fallecidos en Saná, según reportó el Ministerio de Salud de las autoridades hutíes, que condenaron los ataques como crímenes de guerra. Trump, quien ha calificado a la anterior estrategia de su predecesor, Joe Biden, como «patéticamente débil», ha asegurado que su gobierno usará «una fuerza letal abrumadora» para proteger los intereses marítimos de Estados Unidos. La ofensiva se presenta como una respuesta directa a la escalada de los hutíes, quienes justifi quedaron sus ataques recientes como apoyo a la causa palestina en el marco del conflicto en Gaza.
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