El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de firmar una orden ejecutiva que ordenará al Pentágono la habilitación de 30,000 camas en la base naval de Guantánamo, Cuba, para detener a inmigrantes indocumentados. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump destacó que este movimiento busca contener a «los peores inmigrantes ilegales criminales» que representan una amenaza para la seguridad del país. En este contexto, el mandatario expresó su desconfianza hacia los países de origen de ciertos inmigrantes, sugiriendo que algunos son tan peligrosos que no deberían regresar.
La base de Guantánamo ya alberga un centro de detención para inmigrantes que han sido interceptados en el mar, pero su población histórica ha sido notablemente baja, con solo 37 personas detenidas entre 2020 y 2023. La situación en estas instalaciones, que operan en un vacío jurídico y sin las mismas garantías legales que en el resto de Estados Unidos, ha sido objeto de críticas. Informes recientes han revelado condiciones precarias, incluyendo el monitoreo de las comunicaciones con abogados y el hacinamiento en entornos insalubres, lo que ha generado inquietud entre defensores de derechos humanos y organizaciones migratorias.
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