El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mostrado una notable flexibilidad tras una reunión «muy interesante» con Lip-Bu Tan, consejero delegado de Intel, a quien había exigido la dimisión inmediata la semana pasada. Trump, acompañado de miembros clave de su gabinete, discutió con Tan sobre cómo fortalecer el liderazgo tecnológico y manufacturero del país. Según declaraciones en TruthSocial, el presidente describió el encuentro como positivo y enfatizó la importancia de colaborar con el ejecutivo, a quien previamente acusó de estar en una «situación muy conflictiva» debido a posibles vínculos con China. El cambio de tono sugiere un interés en aunar esfuerzos, explorando maneras de avanzar tecnológicamente, un área que Trump considera vital para la nación.
Por su parte, Intel confirmó que la conversación fue «franca y constructiva», reafirmando su compromiso con las prioridades de liderazgo tecnológico delineadas por la administración. La reunión llega en un contexto donde el senador Tom Cotton había pedido información a Intel sobre las relaciones de Tan con China, especialmente su vínculo con Cadence Design Systems, empresa implicada en violaciones de controles de exportación a la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China. Tan sostiene que hay mucha desinformación sobre su historial y asegura que Intel está cooperando con el gobierno para aclarar cualquier malentendido. A través de una carta interna, reafirmó su alineación con las metas de seguridad nacional de Trump y su disposición a trabajar conjuntamente para el beneficio del sector tecnológico estadounidense.
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