Las conversaciones entre Rusia y Ucrania en Estambul han encontrado un nuevo punto de fricción tras la acusación de Vladimir Medinski, negociador ruso, sobre la suspensión indefinida por parte de Kiev del intercambio de prisioneros. Ucrania, aunque reconoce problemas de coordinación y la falta de «información crítica», sostiene que se trata de un paréntesis provisional en un proceso que continúa en marcha. En un mensaje a través de Telegram, Medinski anunció el traslado de 6,000 cadáveres de militares ucranianos, señalando que Rusia está lista para comenzar el canje a la espera de que Ucrania cumpla con los acuerdos alcanzados.
Por su parte, Ucrania ha solicitado a Rusia más detalles sobre el procedimiento, expresando su confusión sobre la repatriación de cuerpos sin haber fijado una fecha en el último encuentro. El Cuartel General de Coordinación para el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra enfatizó que las acciones unilaterales de Rusia no se discutieron y que las listas presentadas no se alinean con lo acordado. A pesar de las tensiones, el organismo ucraniano reafirmó su compromiso de trabajar en el intercambio de prisioneros, instando a Rusia a evitar «maniobras sucias» y a retomar una cooperación constructiva en los próximos días para garantizar la repatriación de los afectados.
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