Desde este viernes, los fabricantes de móviles y tabletas en la Unión Europea deben cumplir con nuevos reglamentos que buscan promover la sostenibilidad y la reparabilidad de estos dispositivos. Entre los principales requisitos destaca la obligación de ofrecer cinco años de actualizaciones de software y garantizar la disponibilidad de piezas de recambio durante siete años. Además, deberán etiquetar sus productos con información energética que facilite a los consumidores la decisión de compra, evidenciando aspectos como la duración de la batería y su resistencia a caídas o líquidos.

El diseño ecológico no solo está orientado a la creación de dispositivos más duraderos, sino también a fomentar su reparación por parte de los usuarios. Los fabricantes deberán proporcionar manuales y guías accesibles sobre cómo realizar reparaciones básicas en componentes como la batería o la pantalla. Asimismo, asegurarán que los dispositivos sean fáciles de reiniciar a su configuración original, facilitando así su reventa como reacondicionados. Con la inclusión de un etiquetado energético, la normativa busca promover la transparencia y la responsabilidad ambiental en el consumo de tecnología.

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