El Instituto Nacional de Estadística ha revelado que el Índice de Precios al Consumo (IPC) en Castilla-La Mancha se situó en un 2% durante marzo, lo que representa una desaceleración significativa en la inflación y el dato más bajo desde octubre de 2024. Este descenso, que pone fin a cinco meses de incrementos consecutivos en los precios, ha sido recibido con cautela por el sindicato UGT, que advierte sobre posibles efectos adversos derivados de la guerra comercial en curso. Según la secretaria de empleo, Isabel Carrascosa, aunque este es un paso positivo, es prematuro para evaluar completamente las repercusiones de la situación económica global en el costo de la vida.
La reducción del IPC se atribuye principalmente a la disminución en los precios de la electricidad, así como a la caída en el coste de los combustibles y un leve aumento en los precios de ocio y cultura en comparación con el año anterior. Carrascosa enfatizó la importancia de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores mediante incrementos salariales y la preservación del empleo, advirtiendo que la clase trabajadora podría enfrentar desafíos económicos si la situación global se agrava. Su llamado a la acción subraya la necesidad de medidas que aseguren que los esfuerzos por mantener la estabilidad económica no recaigan injustamente en las espaldas de los trabajadores.
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