Un apagón generalizado afectó a toda España, causando caos e incertidumbre en las ciudades, especialmente en Albacete. A partir de las 12:30 horas, la capital manchega se sumió en la oscuridad, con sirenas de bomberos y Policía Local resonando por las calles. Los problemas comenzaron a multiplicarse: ciudadanos quedaron atrapados en ascensores, los semáforos dejaron de funcionar y muchas viviendas enfrentaron cortes de agua. A pesar de la situación, los hospitales y algunas empresas operan con grupos electrógenos mientras se trabaja en la restauración del suministro eléctrico.
En medio del descontrol, la escena más común fue la de largas colas en panaderías, donde los ciudadanos buscaban pan, ante la imposibilidad de cocinar en casa debido a la falta de luz. Las autoridades también hicieron un llamado a la calma, instando a la población a no colapsar el servicio de emergencias a menos que se tratase de situaciones verdaderamente urgentes. La comunidad se enfrenta a un desafío colectivo para superar la adversidad generada por el apagón.
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