Agentes de la Policía Nacional de Gijón han imputado a un joven de 25 años por un presunto delito de desórdenes públicos, debido a su reiterada alerta a los servicios de emergencias sobre la supuesta aparición de un feto en el baño de un bar del barrio del Natahoyo. Las llamadas llevaron a la movilización de varias unidades policiales y una ambulancia del SAMU, sin embargo, tras la revisión del lugar, no se encontró evidencia alguna del supuesto hallazgo. Tanto los clientes como los trabajadores del establecimiento desconocían la situación y no habían solicitado asistencia.
La investigación posterior permitió identificar al responsable de la alerta, lo que resalta la gravedad de este tipo de acciones, que no solo constituyen un delito, sino que también generan un uso indebido de recursos públicos. Este incidente recuerda un caso previo en Albacete, donde efectivamente se encontró un recién nacido en un bar, resultando en una condena para la madre del bebé. Comparando ambos eventos, se pone de manifiesto la importancia de la veracidad en la comunicación de emergencias para no desviar la atención de situaciones verdaderas y potencialmente peligrosas.
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