El Albacete sufrió una dolorosa derrota en casa ante el Granada, un resultado que dejó al entrenador Alberto González reflexionando sobre los cambios que marcó el encuentro. Aunque reconoció que su equipo había desarrollado un juego sólido y encantador hasta el minuto 75, mencionó que un gol en propia puerta de Pepe Sánchez, provocado por un cambio de posicionamiento del rival, desestabilizó al equipo. González destacó que la derrota fue más un accidente que una negligencia, señalando que la falta de tiempo tras los cambios condicionó el desarrollo del partido.
Por su parte, Fran Escribá, entrenador del Granada, enfatizó que el encuentro se resolvió en dos acciones específicas, subrayando la igualdad del juego en general. Reconoció que, si bien su equipo había mostrado debilidades, especialmente en la segunda fase del partido, los cambios que realizó le permitieron capitalizar las oportunidades y asegurarse una victoria valiosa. Escribá también expresó su gratitud a los aficionados que viajaron desde Granada, resaltando el esfuerzo por apoyar al equipo en un día señalado, lo que resultó en un retorno positivo para ellos tras el juego.
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