La Comisión Europea ha decidido llevar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los aranceles impuestos por Estados Unidos, que afectan a las importaciones de todas las naciones, incluida la UE. En este contexto, Bruselas ha propuesto una segunda ronda de represalias que gravaría productos estadounidenses por un valor de 100.000 millones de euros. Esta iniciativa busca no solo responder a los aranceles indiscriminados que afectan a productos europeos, los cuales se redujeron temporalmente, sino también preparar el terreno ante la posibilidad de restricciones a la exportación de productos europeos como chatarra y químicos.
A pesar de la creciente tensión comercial, el comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, ha manifestado el compromiso del bloque para llegar a una solución negociada con Estados Unidos. No obstante, ha aclarado que no aceptarán un acuerdo «a cualquier precio» y han comenzado a establecer las bases para formalizar la demanda en la OMC. Sefcovic advirtió que las relaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos enfrentan desafíos significativos y que la Unión no se quedará pasiva ante la estrategia arancelaria de la administración Trump.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.