Francisco, un hombre de 67 años de la localidad toledana de Urda, se ha convertido en el primer paciente ‘renacido’ de Castilla-La Mancha tras recibir un trasplante de hígado en el Hospital Universitario de Toledo. La operación, que tuvo una duración de siete horas, ha permitido a Francisco mirar hacia el futuro con optimismo, afirmando que el miedo a la muerte nunca lo ha acompañado. Agradecido por el esfuerzo de más de 30 profesionales del Sistema de Salud de Castilla-La Mancha, el paciente ya planea disfrutar de momentos con sus nietos y otras actividades que prefiere mantener en privado.
La directora general de Asistencia Sanitaria del Sescam, Cristina Pérez, destacó el logro del programa de trasplantes hepáticos en la región, lo que permitirá que pacientes no tengan que ser trasladados a otras comunidades para recibir atención especializada. En los últimos tres años, 120 pacientes de Castilla-La Mancha se han visto obligados a operar fuera de la región, pero con la inauguración de este programa, la situación cambiará drásticamente. Además, ya se ha realizado un segundo trasplante en el mismo hospital, lo que reafirma su papel como referente en la atención de trasplantes en la comunidad.
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