El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, anunció que dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes, ordenadores y microprocesadores, que habían sido excluidos recientemente de aranceles, estarán sujetos a un nuevo gravamen específico sobre semiconductores que se implementará en uno o dos meses. Lutnick enfatizó la necesidad de reducir la dependencia de China para componentes cruciales, sugiriendo que la suspensión de aranceles es temporal y que se aplicará un arancel especial a los semiconductores para disuadir su deslocalización.
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y China, donde las autoridades chinas pidieron a Washington que reconsidere su enfoque y vuelva al diálogo constructivo. La Administración Trump ha establecido exenciones que abarcan un vasto volumen de importaciones, incluyendo productos por valor de 390.000 millones de dólares, lo que refleja la complejidad de las relaciones comerciales entre ambas naciones. Mientras los Estados Unidos buscan fortalecer su industria tecnológica, el Gobierno chino ha calificado estas decisiones como pasos limitados en la resolución de la guerra comercial que comenzó durante la administración anterior.
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