En Pekín, el presidente de China, Xi Jinping, ha encabezado un multitudinario desfile militar con motivo del 80 aniversario de la victoria sobre Japón, un evento que ha contado con la presencia de figuras clave como Vladimir Putin y Kim Jong Un, además de 26 líderes mundiales. Xi, flanqueado por una imagen del histórico líder Mao Zedong en la emblemática plaza de Tiananmen, abordó temas de envergadura global: «La humanidad se enfrenta a la elección entre la paz o la guerra». El evento no solo conmemora el pasado, sino que también busca exhibir el poderío militar chino en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, mostrando a China como un pilar del orden mundial.
La asistencia al desfile de líderes como Putin y Kim resalta la compleja red de alianzas y tensiones actuales. Muchos de los asistentes estuvieron involucrados recientemente en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. Xi ha aprovechado esta ocasión para promover el nacionalismo y fortalecer la imagen del país ante desafíos internacionales, incluidas sus relaciones tensas con Estados Unidos y las tensiones en torno a Taiwán. En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró en Truth Social que sus homólogos ruso y norcoreano conspiran contra Estados Unidos, recordando la contribución de su país en la Segunda Guerra Mundial. Estos eventos subrayan la creciente competencia global por el poder y la influencia.
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