Yanirha, una joven de 24 años y extutelada, ha alzado la voz en el Senado para denunciar la precariedad que enfrentan los menores que alcanzan la mayoría de edad en el sistema de protección. Acompañada por la ONG Mamás en Acción, que apoya a niños y adolescentes, Yanirha subrayó que al cumplir 18 años, muchos se encuentran sin recursos ni un lugar al que ir, sintiéndose convertidos en «adultos invisibles». Ella compartió su experiencia personal, marcada por dificultades como intentos de suicidio y problemas alimentarios, pero también por el apoyo constante de su equipo educativo y de organizaciones que la han ayudado a reconstruir su vida.
Durante la jornada, Yanirha hizo un llamado a las administraciones para que mejoren las condiciones laborales de los profesionales que cuidan a los menores, criticando la sobrecarga de trabajos y la falta de continuidad en los vínculos con los jóvenes. Junto a ella, madres de acogida como Amparo Arona y María Ibáñez compartieron sus transformadoras experiencias, enfatizando que dar un hogar a un menor tutelado no solo beneficia al niño, sino que enriquece la vida familiar. En este contexto, la jornada se convirtió en un espacio de reflexión sobre la importancia del acogimiento familiar y la necesidad de un sistema más humano y solidario.
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