Un trágico incidente en Crumpsall, cerca de Mánchester, ha dejado un saldo de al menos dos personas muertas y tres heridas graves tras un atropello y un apuñalamiento en las inmediaciones de una sinagoga. La Policía disparó contra un presunto atacante, quien también murió en el lugar. El evento ocurrió poco después de las 9:30, hora local, mientras numerosos fieles se encontraban en la sinagoga durante la festividad del Yom Kippur. Las autoridades señalaron la existencia de «objetos sospechosos» cerca del cuerpo, lo que ha llevado a un equipo de artificieros a examinar la escena antes de poder avanzar en la investigación.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, mostró su consternación por el ataque, destacando el impacto agraviado por coincidir con un día tan sagrado para la comunidad judía. Tras recibir la noticia mientras estaba en Copenhague, participando en una reunión con líderes europeos, Starmer adelantó su regreso al país para presidir una reunión del comité COBR, encargado de gestionar situaciones de emergencia. La Policía ha activado una «operación PLATO», un protocolo diseñado para responder a incidentes de gran escala, en un esfuerzo por manejar la situación con la máxima precaución y control.
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