El Palacio de Congresos de la capital se convirtió en el epicentro de la moda con el cierre de la X edición de la pasarela Ab Fashion, marcada por la emotividad y el reconocimiento al esfuerzo colectivo. La diseñadora albacetense Lola Muñoz, artífice del evento, se mostró visiblemente emocionada al destacar que el éxito es resultado del trabajo en equipo. Este décimo aniversario, cargado de simbolismo, deja un reto para futuras ediciones que, como declaró Muñoz, ya están en marcha. El público, entregado, premió con aplausos una velada que celebró el potencial del diseño local y la proyección nacional del evento.
Abriendo la pasarela, la colección Luz Fragmentada de Lola Muñoz resonó con una explosión de colores y energía inspirada en el arte de Santiago Picatostes. Los modelos desfilaron ante un auditorio impactado por los juegos de color y las composiciones dinámicas. Un momento especialmente emotivo fue protagonizado por Andrea Pérez Selles, quien debutó en la pasarela desde su silla de ruedas, mostrándose como símbolo de inclusión y superación. Su participación, posible gracias a la colaboración de Amiab, fue un recordatorio del poder de la moda para visibilizar la discapacidad, logrando que el público ovacionara este gesto de integración y visibilidad.
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