El Celta de Vigo brilló en la Liga Europa con una contundente victoria sobre el Dinamo Zagreb (0-3), consolidándose como un serio aspirante a avanzar a la siguiente fase del torneo. El partido en Zagreb tuvo un inicio estelar gracias a un temprano gol de Pablo Durán, quien recibió una asistencia de Iago Aspas, demostrando por qué continúa siendo una pieza clave en el equipo. Aspas deslumbró con su actuación, liderando el juego desde una posición más retirada del área, lo que generó numerosas oportunidades para el Celta. Claudio Giráldez, técnico del equipo gallego, optó por dar descanso a varios de sus titulares habituales para mantener frescas las piernas frente a un Dinamo que no pudo contener la presión asfixiante del Celta.
El marcador se volvió más favorable para los visitantes cuando a raíz de un desafortunado despeje, Sergi Domínguez introdujo el balón en su propia portería tras un centro de Bryan Zaragoza. A pesar de un leve despertar del Dinamo, que encontró algunas oportunidades para descontar, la diferencia se extendió aún más con el segundo gol de Durán, culminando una brillante jugada liderada por Aspas. Con la ventaja asegurada, el Celta bajó el ritmo y controló el juego, permitiendo que el Dinamo tuviera más posesión, pero sin mayores amenazas. Giráldez realizó cambios estratégicos manteniendo el resultado, asegurando así tres puntos cruciales para la batalla europea del Celta.
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