El primer ministro canadiense, Mark Carney, declaró este jueves el fin de la «antigua» relación entre Canadá y Estados Unidos, tras el anuncio de Donald Trump sobre la imposición de aranceles del 25 por ciento a vehículos y piezas de automóviles importados. En una conferencia de prensa en Ottawa, Carney rechazó cualquier intento de debilitar a Canadá y subrayó que la cooperación económica y militar que había caracterizado la relación bilateral ha llegado a su fin. Esta declaración se produce en un contexto de tensiones crecientes, donde Trump amenazó con aranceles aún más severos hacia Bruselas y Ottawa si estos colaboran en acciones que perjudiquen a la economía estadounidense.
Tras asumir el cargo hace apenas dos semanas, Carney comunicó que se ha programado una llamada con el equipo de Trump, lo que marcará su primera conversación directa como líderes de sus respectivos países. Durante esta charla, el primer ministro tiene la intención de defender los intereses económicos de Canadá y la soberanía nacional. Además, anticipó que responderá a los nuevos aranceles con medidas similares y abogó por crear una «nueva economía» menos dependiente de Estados Unidos, buscando establecer relaciones comerciales con socios «fiables» en un contexto de políticas proteccionistas.
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