Albacete, reconocida mundialmente por su tradición cuchillera, es el hogar de una variedad de navajas que incluyen nombres característicos como estilete, pastora o jerezana. La ciudad no solo destaca por la habilidad de sus maestros cuchilleros, sino que también alberga el Museo de la Cuchillería, un espacio donde se explora el legado y la rica historia de este oficio esencial para la identidad local. Este museo se ha consolidado como un atractivo turístico, ofreciendo una inmersión en la herencia cuchillera a través de una amplia colección de navajas, cuchillos y tijeras que reflejan la maestría técnica de los artesanos albaceteños.
La historia de la cuchillería en Albacete se remonta al siglo XV, cuando la ciudad comenzó a establecerse como un centro productor clave en Europa. A lo largo de los siglos, su producción se expandió, especialmente durante el Siglo de Oro, cuando surgieron renombrados maestros del oficio. Sin embargo, el sector ha enfrentado desafíos significativos en el siglo XX y en la actualidad, tales como la competencia de productos de manufactura asiática. Pese a estos retos, el Museo de la Cuchillería no solo preserva la tradición, sino que también ofrece talleres, exposiciones temporales y un valioso patrimonio documental que refleja la historia de la cuchillería, convirtiéndose en un punto de interés para quienes visitan Albacete.
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