El Congreso de los Diputados ha debatido este martes una propuesta para reformar el estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha, impulsada por un acuerdo entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Aunque recibió el respaldo general de los grupos parlamentarios, salvo el rechazo frontal de Vox, la propuesta fue criticada por su enfoque «bipartidista». El presidente regional, Emiliano García-Page, junto con el líder del PP regional, Paco Núñez, y la portavoz socialista Ana Isabel Abengózar, defendieron el texto en el Congreso. El diputado popular Enrique Belda pidió respeto en el debate y sugirió posibles ajustes durante el trámite parlamentario, mientras que el socialista Sergio Gutiérrez argumentó que la reforma fortalecerá la democracia y los derechos en la región, rechazando las críticas de Vox sobre las autonomías.

Durante el debate, los partidos de izquierda expresaron su apoyo, aunque lamentaron la falta de una visión más amplia y el predominio del bipartidismo en el acuerdo. Engracia Rivera, de Sumar, destacó la necesidad de la reforma, pero criticó que el proceso se centrara únicamente en el PP y el PSOE. Javier Sánchez, de Podemos, propuso aumentar el número de diputados y reconfigurar las circunscripciones para mejorar la representación. Por su parte, Manuel Mariscal, de Vox, enfatizó su oposición al pacto, calificándolo de «estafa bipartidista» y prometiendo su derogación si su partido llegara al poder en Castilla-La Mancha. La reunión del Congreso culminó con una airada crítica de Vox, que denunció el incremento de escaños y la consolidación de lo que catalogó como «chiringuitos políticos».

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