P.R.R. se encuentra bajo un intenso escrutinio judicial por las acusaciones de abuso sexual que habría cometido contra sus sobrinas menores durante nueve años. El juicio, que se está llevando a cabo a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, ha suscitado gran atención mediática debido a la gravedad de las imputaciones, las cuales el acusado niega rotundamente. El Ministerio Fiscal está solicitando una condena de 24 años de prisión, mientras que las acusaciones particulares exigen un total de 30 años, fundamentando su postura en la vulnerabilidad de las víctimas, provenientes de un ambiente familiar desestructurado y problemático. Las jóvenes denunciaron los abusos en 2019, tras compartir sus experiencias con compañeros y profesores en su entorno escolar.
Durante el juicio, el abogado defensor ha argumentado que los testimonios de las víctimas carecen de credibilidad, describiéndolos como «inverosímiles» y «sin pruebas directas». La defensa sostiene que los relatos se basan en una serie de problemas emocionales y no en hechos concretos. Sin embargo, el abogado de una de las víctimas ha destacado que el impacto de estos abusos ha dejado secuelas significativas en su vida, aludiendo a la existencia de pesadillas relacionadas con los traumáticos acontecimientos vividos. Con los testimonios de las víctimas en el centro de atención y la defensa cuestionando su veracidad, la resolución de este caso se anticipa como un desafío tanto para la justicia como para las familias afectadas.
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